Hoy se publica en el Heraldo de Aragón una noticia sobre la reclamación que el Ayuntamiento de Bordalba realiza en relación a los más de 50 libros antiguos que desaparecieron recientemente del archivo parroquial.
El artículo original lo podéis descargar de este enlace, aunque os dejo la noticia aquí a continuación.
Añado unas fotos realizadas en 1999 de algunos libros del archivo, que junto a otros objetos anteriores, me temo que ya no podremos ver en su lugar original.
Entre muchos otros, se encuentra este libro de cuentas de 1682 y un libro de fábrica donde se anota minuciosamente toda la contabilidad de la parroquia.
Ambos encuadernados en piel de cordero.
 Encuadernaciones |
 Libro de fábrica |
Archivo parroquial |
Reclaman la vuelta del archivo de la iglesia de Bordalba en depósito en Tarazona
Heraldo de Aragón – 10 de Mayo de 2016
Los libros se trasladaron hace semanas y los vecinos critican que no se informó.
ZARAGOZA. El Ayuntamiento de Bordalba, en la Comunidad de Calatayud, y varios vecinos han reclamado el retorno del archivo parroquial, que se ha trasladado al Diocesano de Tarazona “para velar por su conservación y favorecer su accesibilidad”. Desde el Obispado argumentan que la medida se adoptó para proteger este patrimonio bibliográfico, una decisión que, sin embargo, ha causado malestar en el pueblo, donde están intentando resolver esta cuestión «de forma amistosa», aunque no descartan emprender acciones legales por la vía civil para que los libros vuelvan a su lugar de origen.
Al parecer, según relata Pedro Esteras, vecino de Bordalba (donde residen unas 28 personas), «para Semana Santa algunas personas fueron a limpiar la iglesia y observaron que el archivo había desaparecido de la sacristía». El alcalde, Ángel Pedro Caballero, aseguró que, hasta ese momento, «no sabíamos nada» y «desconocíamos qué se había hecho con los libros, alrededor de 50, fechados desde el siglo XVII». El párroco, Christian Alastuey, les informo entonces de que todos los tomos (libros sacramentales, de matrícula y de cuenta) habían sido depositados en el Archivo Histórico Diocesano de Tarazona, situado en el Palacio Episcopal, aunque la propiedad seguía siendo de la parroquia.
El responsable local envió una carta certificada al Obispado solicitando ‘información sobre estos hechos y una justificación de los mismos, y pidió también un inventario de los bienes depositados. Al mismo tiempo, en esa misiva exigía «la inmediata devolución del archivo a la parroquia de Bordalba, a la que pertenece». El vicario general Javier Bernal, que firmó la respuesta del Obispado, basó la decisión en un acuerdo de la Conferencia Episcopal, adoptado en 1973, que establece que los libros y documentos de las parroquias se lleven al Histórico Diocesano, «donde están mejor conservados y atendidos». Actualmente, explico, este archivo, situado en Tarazona, «custodia los fondos de 73 parroquias de la diócesis».
El archivero de la Diócesis de Tarazona muestra parte de los libros procedentes de Bordalba
El párroco de Bordalba puso de manifiesto que «mientras guardamos residencia en el pueblo, en principio, el archivo se suele mantener en la localidad», como ocurre en Ariza. Sin embargo, «hay que tener en cuenta que. La guarda y custodia de estos fondos es muy complicada en municipios pequeños», dada la falta de seguridad que existe en muchos de los templos. En su opinión, otra ventaja que motivó su depósito en el Archivo Diocesano es que «facilita a los investigadores la consulta del material», puesto que hay unos horarios establecidos. Estas mismas razones le llevaron también a trasladar el fondo de Monreal de Ariza, tal y como indicó Alastuey.
Malestar en el pueblo.
El alcalde, sin embargo, reiteró su rechazo a «las formas en las que se han hecho las cosas». «No nos gustó absolutamente nada cómo se hizo, porque no se nos dijo con antelación. Teníamos que haber llegado a un acuerdo», afirmó, al mismo tiempo que puso de manifiesto su intención de llevar este asunto al siguiente pleno municipal y consultar también con los vecinos para decidir «si iniciamos un proceso judicial, algo -que señaló- resultaría largo y costoso».
De la misma opinión se mostró Esteras, para quien el inventario «se debería haber elaborado en común». «Nos sentimos ninguneados y, si procede, algo que tenemos que estudiar, no descartamos presentar una demanda civil». «Hay malestar entre los vecinos, y eso que muchos todavía no lo saben», dijo.
Por su parte, el obispo de Tarazona, Eusebio Hernandez, reconoció que «a lo mejor se tenía que haber hecho de otra manera» (en referencia a las quejas de los vecinos), pero reiteró que «hay una norma que establece que los libros de más de 100 años de antigüedad se deben traer al archivo general».
Hernandez destacó que «hay que tener en cuenta que en el Palacio Episcopal existen más medidas de seguridad y se facilita su consulta. Un cura tiene varios pueblos que atender y no puede estar una mañana pendiente de que una persona investigue esos fondos». Tal y como añadió, «lo que más me importa es la seguridad y la posibilidad de mantener integro el patrimonio».
E. PEREZ BERIAIN.