Bordalba – Asociación Cultural "La Muriega"

Pregón de fiestas 2022

Las Tomasillas

Raquel

¡¡Buenas tardes bordalbeños y bordalbeñas!!

Antes de empezar, vamos a presentarnos que la ocasión bien lo merece, ya que sabemos que aún hay gente que nos confunde; yo soy Raquel y esta mi hermana Cristina, somos las hijas de Vicenta y Domingo; y ellas son mis primas Begoña y Sara, las hijas de Clemente y Josefina, vamos las que todo el mundo conoce como “Tomasillas”.

¡¡¡Como ya habréis adivinado … somos las pregoneras!!!
Ya habéis visto que ha sido improvisado.
Una vez hechas las presentaciones, vamos a empezar.

Queridos vecinos y vecinas, apreciados amigos y amigas de Bordalba, que estáis hoy aquí en esta entrañable Plaza Mayor para celebrar el inicio de las fiestas de la Semana Cultural 2022.

Comenzamos como no puede ser de otra manera, dando las gracias a los representantes del ayuntamiento aquí presentes y las hacemos extensivas a los anteriores equipos de gobierno municipal. Les damos las gracias por su dedicación a la hora de mantener en funcionamiento los servicios indispensables para conservar la vida rural y su interés en modernizarlos y actualizarlos, fundamental para luchar contra la despoblación en lo que lamentablemente, conocemos como la España vaciada.

Por supuesto, dar las gracias también, a los habitantes de Bordalba, que viven y trabajan durante todo el año en el pueblo y que son los verdaderos protagonistas de la historia de Bordalba.

Como han demostrado estos últimos días, en el incendio de Ateca, Nuestros agricultores han sido los que han hecho cortafuegos para proteger el pueblo y sus tierras, y nos han mantenido informados permanentemente. Gracias, muchas gracias de nuevo.

Begoña

Agradecer, muy especialmente, a la junta directiva de la asociación, por haber mantenido en estos años tan difíciles de pandemia, el espiritu de “La Muriega”. Y por habernos elegido como pregoneras de las fiestas, en este año 2022 que, desde ya va a quedar para siempre en nuestros corazones, como uno de los más significativos de nuestra vida. Desde el momento en que nos lo comunicaron, nos invadió un tsunami de emociones, sentimientos, alegrías y porque no decirlo, de preocupaciones por la responsabilidad que suponía entrar en la lista de privilegiados y sumarnos, de esta manera, a los brillantes pregoneros que nos han precedido.

Una vez acabados los saludos y agradecimientos, vamos con el pregón.

Sin duda los recuerdos que más gratos momentos nos traen son nuestros primeros viajes a Bordalba siendo muy niñas (Sara no había nacido todavía). Al principio eran una auténtica odisea, veníamos en tren con nuestras madres cargadas de sartenes, ollas, sábanas, toallas, la leche en polvo…

Fermín iba a buscarnos a Ariza y nos hacía mucha ilusión ver la silueta del pueblo desde las curvas. Incluso nos peleábamos por quién era la primera en ver el pueblo.
(Raquel siempre decía que ganaba ella… como era la mayor se salía con la suya).

Y al llegar a nuestra querida calle del Sol, se producía el emotivo encuentro, con nuestros abuelos Tomás y Bienve que nos estaban esperando. Ellos son los que nos inculcaron el amor y respeto por el pueblo y sus gentes.

Sara

Nuestros primeros recuerdos comienzan allí en la calle del Sol, los juegos con los gatos de la tía Alodi, las galletas que nos daba a escondidas la tía Loreto, las aventuras cuando descargaban los remolques de trigo en el granero de la tía Consorcia y mis escapadas al corral del Florián para jugar con sus perros.
Como no había agua corriente en las casas, las madres nos preparaban el baño con los baldes calentados al sol, las meriendas con torta y chocolate, y en lugar de la siesta esos juegos a las eras lejanas cada una con su botijo.
También las tardes esperando escuchar el pitido de la camioneta de la fruta, los viajes a la tienda de la Vitorina a por gaseosas y a la tienda de la Consuelo a por el pan o lo que hiciera falta, donde nos quedábamos embobadas viendo a la Consuelo hacer las cuentas en el papel de envolver, más rápida que una caja registradora.

La alegría de volver a ver a los amigos, las vueltas por el pueblo en bicicleta, el bote-bote por la noche, el bar de la plaza que en aquel momento lo era todo, las riñas y peleas, los abrazos y reconciliaciones, fueron y aún hoy en día siguen siendo de los recuerdos más bonitos que compartimos.

A los pocos años nos subimos a la casa ya arreglada de nuestros abuelos, en San Ramón. Por aquel entonces, ya éramos conocidas como las “Tomasillas”.

La época de la adolescencia y de la juventud, con los primeros ligues de verano, las primeras salidas a fiestas de otros pueblos (saliendo en caravana desde las cuatro calles), nuestras aventuras por todo el pueblo explorando las casas abandonadas (con nuestro jefe McGyver). Las noches estrelladas en la carretera de Deza en las que acabábamos recenando unos huevos fritos en ladrillo.

Con el tiempo llegaron las parejas estables, los matrimonios y como no, las nuevas generaciones, que siguen disfrutando de las mismas vivencias y emociones que nosotras a su edad, y a las que hemos intentado inculcar, al igual que hicieron nuestros abuelos, padres y madres, el amor y respeto que el pueblo y sus gentes se merecen, por todo lo que nos han dado y por lo mucho que nos han ayudado a convertirnos en las personas que hoy somos.

Cris

Nos gustaría destacar lo que ha significado para el pueblo, la construcción del pabellón, aunque recordamos con nostalgia cuando las verbenas se celebraban en la plaza junto al bar y con los músicos subidos en los remolques. En el pabellón hemos vivido algunos de los momentos más divertidos y emotivos de los últimos años, comidas, cenas populares, verbenas, fiestas de disfraces, teatro, talleres y, en definitiva, vida social que nos ha unido y hecho crecer como comunidad.

Ahora nos ha llegado el momento de disfrutar de los encuentros en la bodega con las Segadoras (un saludo especial para ellas y para el Caballero por su excelente vino), de las vueltas al pueblo por la noche, de las charlas nocturnas en San Ramón, de los vermuts en el bar, de las cenas improvisadas en las Escuelas, y otras muchas cosas.

Os podemos asegurar que gracias a estos momentos y a las personas con las que los compartimos, nuestra vida es mucho más plena y feliz.

Nosotras mantenemos contacto durante todo el año, pero es aquí en el pueblo donde nuestra relación, la de las cuatro primas, se fortalece y crea un vínculo más estrecho si cabe todavía. En Bordalba es donde de verdad disfrutamos y lo gozamos.

Aquí es donde… Abrimos melones, Pasamos controles, Empotramos globos en el pabellón, Hacemos reportajes fotográficos en la bodega con las Segadoras… En fin, nuestras locuras improvisadas que a pocos ya sorprenden.

Queremos tener un recuerdo, muy especial, para todos aquellos familiares, vecinos y amigos que se nos han ido y a los que siempre llevaremos en nuestros corazones. Y con vuestro permiso en particular a mi padre, a nuestra tía Josefina y a nuestros abuelos.

A todos los que no puedan venir este año a celebrar las fiestas, que sepan que los vamos a tener muy presentes pese a la distancia y que les hacemos llegar nuestra energía positiva y nuestro cariño.

Desde este balcón queremos celebrar el inicio de unas fiestas muy especiales, las primeras tras la pandemia, así que ha llegado la hora de darlo todo y disfrutar al máximo de esta semana.

Y como no podía ser de otra manera, queremos dar la bienvenida con ritmo y alegría, tal y como se merece la UNDECIMA Semana Cultural.

VIVA LA MURIEGA ! VIVA,

VIVA SAN ROQUE ! VIVA,

Y VIVA BORDALBA ! VIVA.

(Adelante McGyver con el chupinazo)

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