Reportaje del Heraldo de Aragón del 17/02/2018. Puedes acceder a la noticia aqui.
En los estatutos de la Asociación Cultural La Muriega ya se recoge que uno de sus cometidos es «revitalizar» la vida de Bordalba, y es algo que esta entidad cumple al pie de la letra, desde su fundación en el año 2009. «Antes era el Ayuntamiento el que se encargaba de organizar en solitario las fiestas y actividades, pero eso ha cambiado«, indica con cierto orgullo Ángel Esteras, que a sus 22 años es uno de los 58 vecinos censados en el municipio, que ocupa en la provincia el espacio limítrofe en la zona oriental, a menos de diez kilómetros en línea recta de las primeras localidades sorianas como Deza o Cihuela.
Ángel forma parte de la Junta Directiva de esta entusiasta organización que desarrolla actividades de carácter social, cultural, lúdico, deportivo y medioambiental durante todo el año, a razón de más de una propuesta por mes: fiestas, andadas, jornadas de voluntariado o un Día del Árbol. «Además de los responsables y vocales, sabemos que detrás están todos los socios que no viven en el pueblo, siempre dispuestos a ayudar y echar una mano en todo lo que puedan», reivindica Ángel, que a lo largo del año vive en el pueblo y trabaja ayudando a su padre en el campo. Así, la asociación cuenta con más de 400 personas apuntadas, lo que en la realidad se traduce, a su juicio, en que «somos una gran familia».
Una de las citas estelares organizadas por La Muriega es la asentada Semana Cultural, que tiene lugar a mediados de agosto desde hace ya ocho años. A pesar de que según el calendario falte medio año para estos agitados días en el municipio, los preparativos ya han comenzado. «Hemos empezado ya a contratar orquestas, cenas, cucañas para los niños». Asumir la organización de un evento así, con más de una treintena de propuestas, conlleva mucha exigencia, como reconoce Ángel entre risas. «Hay algunos días que te quedas hasta las siete o las ocho de la mañana, y a las once ya tienes que estar en las actividades de los pequeños». «Es duro», apostilla.
Se alza El Telón
Entre todos esos actos, desde 2016 destaca uno de forma especial, la actuación de la peculiar compañía de teatro El Telón. Su elenco no puede ser más desconocido para el forastero y, al mismo tiempo, más familiar para los vecinos de Bordalba; lo conforman actores aficionados que pertenecen a la propia asociación. El debut de El Telón sobre las tablas tuvo lugar con una adaptación de la obra ‘El ajuste’, del aragonés Adelino Gómez, y la confirmación llegó con ‘Novios por Internet’. «Ha tenido un éxito tremendo, es uno de los actos que más gente reúne, porque es algo gracioso y pica la curiosidad; todos quieren ver cómo lo harán tus amigos y vecinos», reconoce Ángel.
Todo esto lo explica en la rehabilitada Casa de la Cultura ‘Juan Ramírez’, espacio a resguardo del frío y el viento que campan a sus anchas por las calles de Bordalba. «La idea surgió hablando por Whatsapp y ahora tenemos 400 libros expuestos, más otros 400 que pondríamos si hubiera más espacio», dice Ángel. Los más jóvenes pueden jugar o estudiar, y está abierto a vecinos de cualquier edad. «Es una zona de ocio para todos», defiende, antes de concluir diciendo que «la cuestión es seguir dando razones para que la gente venga».
Vestigios de un patrimonio histórico en ‘la raya’ con Castilla
Uno de los elementos visuales e históricos que más identifican a este municipio es, sin duda, su castillo… o más bien lo poco que hasta hoy se ha podido conservar en pie. El castillo de Bordalba es una pequeña fortaleza de origen musulmán que, tras la conquista cristiana, fue defensa de la frontera aragonesa frente a los castillos sorianos de Monteagudo y Deza; tuvo siempre gran importancia para la Corona, ya que su gobierno recayó en tenentes nombrados directamente por el rey desde tiempo de Pedro III el Grande, 1276.
El 21 de enero de 1296 se entrevistaron en el castillo el rey Jaime II de Aragón y el infante Alfonso de la Cerda, que buscaba apoyo aragonés en su lucha para conseguir la Corona de Castilla. Sellaron el Convenio de Bordalba, por el que Murcia formó parte de la Corona aragonesa. Por desgracia, la situación actual de esta edificación no hace justicia a su pasado. Según explica el alcalde de Bordalba, Ángel Caballero, «un muro está recuperado, pero el resto corren grave peligro de derrumbarse. Queremos afianzarlos y que no se acabe de perder». Otro de los puntales del patrimonio local es la iglesia de la Purísima Concepción, que data de los siglos XIV y XV. Los trabajos en el edificio se extendieron hasta bien entrado el siglo XVII; es el caso de la torre, visible desde la lejanía. Fuera del casco urbano se distribuyen varios peirones y ermitas restauradas hace poco tiempo. Una de ellas es la de San Pedro Mártir, rodeada por los restos de lo que antaño fueron bodegas, testigos mudos de la ya casi extinta actividad vitivinícola del pueblo.
Los Imprescindibles
La huesera
Otro de los símbolos que definen a Bordalba es el osario del cementerio. Construido con piedra de sillería, es un elemento único en toda la comarca Comunidad de Calatayud, y está pendiente de posibles intervenciones.
Las antiguas escuelas
En 1976, las escuelas se cerraron con media docena de alumnos, que salieron a Santa María de Huerta y al Seminario de Tarazona. En la actualidad está ahí la sede de La Muriega y el bar de gestión compartida por los vecinos.
El retablo mayor
La iglesia de la Purísima Concepción tiene un retablo romanista, fechado en la primera mitad del siglo XVII, que comparte nombre con el templo. Ana María Ágreda recogió en un estudio del edificio la riqueza de esta obra.