Sábado, 6 de febrero: día soleado aunque con mucho viento que no impidió que las celebraciones organizadas en honor a Santa Agueda y San Blas pudieran llevarse a cabo tal y como estaba planificado.
A las 17 horas se celebró la Misa y el roscón de San Blas y las «tetas» de Santa Agueda fueron bendecidas por el cura.
Desde la iglesia fuimos al bar donde Raquel y Angelita, ya habían empezado a preparar el chocolate para todos los vecinos del pueblo.
Todos colaboraron en preparar la mesa con las tortas, el pan, los bizcochos y el vino dulce.
De todo ello dimos buena cuenta los 38 vecinos del pueblo que allí nos reunimos para pasar una tarde entrañable.
Agradecemos muy sinceramente a todos los vecinos que mantienen encendida la llama de la antorcha de Bordalba y que permiten que nuestro pueblo siga vivo.
¡Ojalá que el año que viene podamos volver a reunirnos para celebrar una jornada festiva como ésta!
